El entrenador del Levante UD, Julián Calero, analizó la difícil derrota ante el Racing de Santander, resaltando el impacto negativo de las lesiones de Iborra y Brugui en el primer tiempo. Estas bajas, según Calero, complicaron la dirección del partido y afectaron la capacidad del equipo para maniobrar en la segunda mitad. Aunque el Levante mostró una mejoría en su desempeño, generando ocasiones sin concretar, el técnico lamentó la falta de eficacia en el remate, lo que permitió al rival aprovechar una de sus pocas oportunidades para anotar.
Calero enfatizó la importancia de los centrocampistas en el juego del equipo y mencionó que la ausencia de Iborra y Brugui afectó la estructura del Levante. A pesar de las adversidades, el entrenador mantuvo una actitud positiva, instando a su equipo a no desanimarse y a seguir adelante. Rechazó cualquier idea de que el equipo pudiera perder la ilusión, señalando que aún quedan muchos partidos por delante para revertir la situación. Calero finalizó su análisis afirmando que es fundamental aprender de las derrotas y recargar energías para afrontar los próximos encuentros con determinación y confianza.
