El técnico del Levante UD destacó la importancia de la victoria por 1-2 ante el Granada, resaltando que es un logro significativo al ser en uno de los campos más complicados, donde el rival llevaba ocho jornadas sin perder y acumulaba cuatro victorias consecutivas. Reconoció que el poco descanso (48 horas menos) afectó al equipo, especialmente en la segunda parte, pero valoró positivamente el compromiso y la capacidad del equipo para competir incluso en circunstancias adversas. Subrayó la importancia de no perder la calma tras dos derrotas previas ni de sobrevalorar dos triunfos consecutivos, insistiendo en la necesidad de mantener un equilibrio emocional.
El entrenador explicó su decisión táctica de repetir la alineación, salvo por Oriol, y cómo gestionó las molestias de algunos jugadores, como Pablo y Carlos, ajustando los cambios para optimizar su rendimiento. Mencionó la dificultad de enfrentarse a un jugador como Ricard, que tiende a moverse hacia el centro, y el reto de tener un extremo que constantemente encara a la defensa. Ajustaron la táctica para equilibrar y contener los puntos fuertes del rival, utilizando intercambios de funciones en defensa y movimientos del pivote hacia el exterior.