El entrenador del Valencia CF ha asumido con gran autocrítica la aplastante derrota frente al FC Barcelona (7-0). Tras el humillante resultado, se mostró muy enfadado por el rendimiento del equipo, destacando que la responsabilidad recaía sobre él. Afirmó que no se trataba de un problema de motivación, sino de competencia y actitud, y enfatizó la necesidad de asumir la culpa por no haber estado a la altura de lo que el partido y el escudo del Valencia demandaban. «Cuando uno sufre una goleada como esta, no hay sensación más dolorosa», reconoció el técnico.
Asimismo, destacó que, aunque las decisiones arbitrales puedan ser cuestionables, no tenía intención de centrarse en ellas, ya que el principal problema radicó en la falta de competencia del equipo. Según su criterio, el resultado tan negativo no permitía buscar excusas y enfatizó que, como responsable, no podía distraerse con factores externos como los árbitros. “Nosotros somos los responsables del resultado», subrayó.
El entrenador también señaló que este tipo de derrotas deben generar una reacción contundente y proporcional al dolor que produce. No obstante, reconoció que fue difícil encontrar aspectos positivos en el rendimiento del equipo, ya que el Valencia fue ampliamente superado, especialmente en el juego exterior. En cuanto a las enseñanzas del partido, explicó que se centrará en corregir los errores para los siguientes encuentros, buscando una mejora integral en el compromiso, la actitud y el rendimiento de sus jugadores. Aseguró que el equipo es capaz de mucho más y que deben mostrar «pundonor» y «amor propio» para cambiar la situación.
