El Villarreal CF no pudo puntuar en su visita a Balaídos tras caer por 3-0 ante el RC Celta de Vigo, el partido correspondiente a la jornada 32. El choque estuvo condicionado por la polémica expulsión de Eric Bailly en el minuto 38, una decisión que cambió por completo el rumbo del encuentro.
El conjunto dirigido por Rubén Uría, que ocupó el banquillo en esta ocasión, salió con varios cambios respecto al último once titular ante la Real Sociedad. Marcelino optó por dar entrada a jugadores como Kambwala, Gueye o Nicolas Pépé, y Alfonso Pedraza lució el brazalete de capitán.
Durante los primeros compases, el Villarreal mostró solidez defensiva y supo frenar los intentos ofensivos del equipo gallego. De hecho, apenas hubo ocasiones hasta pasada la media hora, cuando llegó la acción que marcaría el resto del encuentro. Bailly fue expulsado por Alberola Rojas por una entrada que interpretó como de último hombre, dejando al submarino amarillo con diez jugadores.
A partir de ahí, el Celta aprovechó la superioridad numérica. Fer López abrió el marcador antes del descanso, y ya en la segunda mitad Borja Iglesias y Iago Aspas –este último de penalti– sentenciaron el duelo. Aun así, el Villarreal no bajó los brazos. Tuvo opciones como un disparo peligroso de Pépé y un cabezazo desviado de Comesaña tras un buen córner de Denis Suárez.
El Villarreal CF buscará redimirse el próximo domingo, cuando reciba al RCD Espanyol en el Estadio de la Cerámica, en un partido aplazado por condiciones meteorológicas. Con el apoyo de su afición, el equipo luchará por volver a la senda del triunfo.
