Rubén Uría, segundo entrenador del Villarreal CF, dirigió al equipo en el partido contra el Celta de Vigo tras la sanción de Marcelino García Toral. En rueda de prensa, Uría evitó centrarse en la expulsión de Bailly por roja directa, una jugada que, según explicó, estuvo justificada por la trayectoria del balón y la situación del jugador, quien era el último hombre antes de enfrentar al portero. Aunque reconoció que la expulsión condicionó el desarrollo del encuentro, Uría destacó que el equipo sigue trabajando para mejorar en aspectos defensivos.
Con esta derrota, el Villarreal acumuló su cuarta expulsión en lo que va de temporada, y el marcador final de 3-0 aumentó la cifra de goles encajados a 45, lo que preocupa al cuerpo técnico. No obstante, Uría subrayó que el equipo ha mostrado avances defensivos en comparación con la primera vuelta de LaLiga, y se comprometió a seguir trabajando para reducir los errores en este aspecto. Los dos primeros goles del Celta fueron aprovechados en momentos clave, y el tercero llegó desde el punto de penalti tras una falta de Pape Gueye sobre Moriba.
En cuanto a la alineación, Uría destacó los cinco cambios realizados respecto al encuentro contra la Real Sociedad, lo que afectó el rendimiento del equipo. A pesar de ello, defendió la calidad de su plantilla y resaltó que el Villarreal sigue siendo competitivo, ocupando el quinto puesto en la clasificación. Uría concluyó confiando en los jugadores y reafirmando que el equipo sigue luchando por mantener su posición en LaLiga.