ras la contundente victoria del Valencia Basket frente a Gran Canaria (98-74) en el primer partido de los cuartos de final de la Liga Endesa, el cuerpo técnico taronja ha hecho un llamado a la prudencia. A pesar de haber dominado con claridad, especialmente en un tercer cuarto demoledor, el mensaje que sale del vestuario valenciano es claro: “El 1-0 no garantiza nada”.
El análisis técnico tras el choque destaca que, defensivamente, el equipo estuvo sólido durante casi todo el encuentro, salvo un pequeño bajón en el segundo cuarto, donde el Gran Canaria aprovechó para recortar distancias. “Jugamos demasiado estático, demasiado cinco contra cinco. Nos salimos de nuestro ritmo habitual”, admiten desde el banquillo valenciano.
El equipo dirigido por Álex Mumbrú ya piensa en el segundo encuentro, que se disputará en Gran Canaria, conscientes de que el rival saldrá herido y con ganas de revancha. “Tienen jugadores de enorme calidad y van a salir al 200%, especialmente por la diferencia que llegó a ser de casi 30 puntos. Ese dominio puede volverse en contra si no gestionamos bien el inicio del próximo partido”.
El mensaje es claro: Valencia Basket debe mantener la concentración, no confiarse por el marcador abultado y buscar cerrar la eliminatoria por la vía rápida. “Si jugamos muy bien, podemos ganar. Si no, lo más probable es que haya tercer partido”.
El club taronja mantiene el objetivo de alcanzar las semifinales de la ACB, pero con los pies en el suelo y consciente del peligro que representa un Gran Canaria que ha demostrado ser un rival competitivo y con recursos.
