El Levante UD vuelve a La Liga tres temporadas después y ya trabaja en la planificación del mercado de fichajes con un objetivo claro: construir una plantilla competitiva para mantenerse en Primera División. El conjunto de Julián Calero, tras lograr el ascenso como campeón, afronta ahora el reto de fichar con precisión y dentro de los límites del Fair Play Financiero, conscientes de que subir implica aumentar las exigencias deportivas y económicas.
El máximo accionista, José Dánvila, ha anunciado que serán necesarias entre 8 y 10 incorporaciones para reforzar al equipo, con una inversión estimada entre 18 y 20 millones de euros. Las salidas ya confirmadas de Kochorashvili y Andrés García dejan vacíos importantes, y la planificación debe enfocarse en múltiples posiciones: portería, laterales y extremos. En el arco, la continuidad de Andrés Fernández está en duda, mientras que Cuñat, Dani Martín, Alfonso Pastor y Àlex Primo completan una nómina aún por definir.
Uno de los activos más valiosos del club es Carlos Álvarez, autor de 7 goles y 11 asistencias esta temporada. Dánvila garantiza su continuidad salvo que se abone su cláusula de 25 millones de euros, cifra que lo aleja del alcance de muchos equipos de La Liga.
El club también valora posibles cambios en su estructura deportiva. Aunque no confirma el fichaje de un director deportivo, Dánvila ha mantenido contactos para reforzar el área de planificación, sin descartar una solución interna.
Con estos movimientos, el Levante UD busca consolidarse en la Primera División española y evitar el destino de otros recién ascendidos que no lograron mantener la categoría.