El Martínez Valero vivió otra noche mágica. El Elche CF se impuso por 2-1 al RC Celta de Vigo en un partido vibrante que confirma el gran momento del equipo de Éder Sarabia, invicto y asentado en la zona alta de la clasificación.
El choque comenzó con susto para los locales. El Celta, intenso en la presión, dispuso de una ocasión clarísima en botas de Miguel Román, pero su disparo se marchó muy alto. Fue el aviso de un equipo que quiso golpear primero, aunque el Elche reaccionó rápido. Con paciencia y la profundidad de sus bandas, empezó a inclinar el campo hasta que, pasada la media hora, André da Silva aprovechó un centro de Josan para firmar el 1-0.
La alegría apenas duró cinco minutos. Una pérdida en la salida acabó en los pies de Borja Iglesias, que batió a Dituro con un disparo ajustado para poner el empate. El intercambio de golpes mantuvo la emoción hasta el descanso.
En la segunda parte, el guion cambió. El Elche se hizo dueño del balón y encontró premio a su insistencia. Antes, Radu había frustrado un penalti a Rafa Mir y repelido dos ocasiones claras, pero nada pudo hacer en el minuto 68, cuando un rechace en el área cayó en las botas de John Chetauya, que empujó el balón a la red para el 2-1 definitivo.
El Celta, pese a los cambios y la entrada de Iago Aspas, no encontró reacción. Los ilicitanos, en cambio, crecieron con la energía de su afición y supieron proteger un triunfo que les consolida como uno de los equipos revelación del curso.
El sueño franjiverde sigue intacto. Invicto y con carácter, el Elche confirma que su regreso a Primera División está siendo mucho más que una simple adaptación.
