El Valencia CF ha presentado un ejercicio económico 2024-25 con beneficios antes de impuestos de 2,2 millones de euros, consolidando así la senda positiva iniciada la temporada anterior. Estos resultados, que se expondrán en la Junta General de Accionistas del 17 de diciembre, confirman una notable mejora en la gestión económica pese a la caída de ingresos ordinarios.
El club ha destacado un resultado de explotación positivo de 23,8 millones, cifra que supera en 7,8 millones la del ejercicio previo. Este avance se ha producido incluso con una reducción en la cifra de negocio, que pasó de 106,9 millones a 103,7 millones de euros. La bajada responde principalmente a la disminución de los derechos audiovisuales —afectados por la clasificación liguera del equipo en los últimos años— y al reparto correspondiente al acuerdo con CVC para la temporada 24-25.
En paralelo, los gastos de explotación (sin incluir amortizaciones) ascendieron a 114,5 millones de euros, impulsados por el coste derivado de la destitución del cuerpo técnico de Rubén Baraja y las nuevas altas necesarias para cubrir bajas de larga duración.
Otro punto clave del ejercicio es la reactivación de las obras del Nou Mestalla tras más de 15 años paralizadas. El club ha detallado su plan financiero para culminar el estadio en 2027, apoyado en un préstamo garantizado con ingresos futuros. Este acuerdo se sustenta en un fondo de titulización que ha emitido bonos por 237 millones de euros a 28 años, con tres años de carencia y un tipo fijo del 5,82%.
Este marco de financiación se ha hecho posible gracias a la reestructuración integral de la deuda corporativa, que incluyó un crédito a largo plazo de 121,3 millones y un préstamo puente de 65 millones ya amortizado. Con estas operaciones, el Valencia CF ha eliminado toda su deuda financiera previa y liberado las cargas existentes, incluida la hipoteca sobre el actual Camp de Mestalla.
