Hace unas pocas semanas era impensable que el Valencia pudiera pelear por entrar en Europa. Corberán le cambió la cara al equipo, pero aún así se antojaba complicado poder llegar a los puestos que certifican la clasificación a competición europea. Debía sumar lo máximo posible en los tres partidos que restaban, pero la derrota en Mendizorroza (1-0) tras un mal partido y una decisión muy dudosa de Gil Manzano en el penalti dejan sin posibilidades al equipo ‘che’.
En el inicio, el Valencia salió con intensidad y realizando buenas triangulaciones, especialmente por banda derecha con Rioja como protagonista, No obstante, a medida que fueron avanzando los minutos, el Alavés se fue adueñando del encuentro y Guridi, Carlos Vicente y Tenaglia obligaron a Mamardashvili a sacar sus mejores paradas para evitar el 1-0.
La segunda parte no fue mejor para el espectador neutral. Destacó un Valencia falto de ideas y sin la capacidad de asociarse por dentro. Las bajas de Almeida y Javi Guerra fueron muy dañinas para los intereses del equipo de Corberán, que hasta la entrada de Iván Jaime en el minuto 65 no dispuso de un jugador capaz de dar el último pase.
No obstante, en el minuto 75 llegó la jugada polémica que marcó el devenir del partido. Mamardashvili realizó una mala salida y no consigue golpear el balón con el puño de forma clara, golpeando de forma leve a Mouriño. El VAR llamó a Gil Manzano, pero el árbitro se mantuvo firme en su decisión. Tras ratificar la pena máxima, Joan Jordán disparó a la derecha de la portería del georgiano, que aunque tocó el cuero, no fue capaz de evitar el gol.
Después de la acción del penalti, Iván Jaime gozó de la mejor oportunidad de los visitantes durante la segunda mitad, pero después de un buen recorte en el área el chut se fue centrado y Sivera pudo despejar. Ahora, el Valencia y el Alavés afrontan las siguientes jornadas sin jugarse prácticamente nada: los vascos casi salvados y los valencianos con remotas posibilidades de acceder a la octava plaza.
