Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

Carlos Ferrero, el entrenador de Anna que fue campeón de España con el Centro Penitenciario de Villena

Cuando hablamos de fútbol desde un punto de vista profesional lo hacemos mirando a la primera división, a la segunda o incluso a la tercera de las ligas españolas, europeas o de cualquier parte del mundo. En cambio, si hablamos de fútbol no profesional se nos viene los equipos de los pueblos, los partidos en el parque, en la plaza o en los colegios; pero nunca, en los centros penitenciarios.

En la Comunidad Valenciana, hay un centro que compite con el resto de centros de España por alzarse con el Campeonato de España de Centros Penitenciarios, un torneo que surge para tratar de dar solución a través del deporte a la difícil integración social de los reclusos una vez cumplidas sus penas. En la Comunitat, solo compite un centro contra el resto, y este es el de Villena, que comandado por Carlos Ferrero como entrenador se alzó con el torneo el pasado mes de junio “en Las Rozas, con el seleccionador Luis de la Fuente y varios integrantes de la selección española como Nico Williams, David Raya y Yeremy Pino observándonos en la final y dándonos la copa de campeones”.

Pero antes de campeonar tuvo que atravesar una puerta, la de la cárcel, un portal con muchos estigmas, que lo recuerda así: “la verdad es que la primera impresión es respeto (…) es un centro penitenciario, pues puedes oír, ver en películas, muchas cosas, muchas etiquetas pero al final una vez entras dentro no sabes lo que te puedes encontrar, de lo grande que es”, por su parte tuvo suerte pues “he tenido mucha ayuda de los funcionarios y de toda la gente que trabaja interna y diariamente allí”.

Una vez atravesada la puerta y superados los prejuicios, tocaba conocer a los jugadores, los cuales “había varios que habían jugado a fútbol de forma federada, otros, no habían estado nunca inscritos y les costaba un poco más pero bueno, te tienes que adaptar porque por diferentes causas de la vida les ha llevado a estar en el centro penitenciario. Entonces en el trato cercano hay que entenderlos a ellos que están en un sitio que nadie quiere estar y que el día a día de ellos es muy duro y quieren salir cuanto antes, ahí tienes que hacer mucha psicología. Cada día que iba a entrenarlos era una vía de escape, pasar un rato bonito, un rato agradable y sobre todo prepararnos”.

Cuando Carlos habla de “prepararnos” la duda surge en ‘cómo o dónde’, ‘con qué materiales’ y ‘qué entrenan unos reclusos’. En el comienzo, hablaba de cuán grande era el centro y es que siempre hay hueco para un campo, en este caso “existe un campo de tierra y luego el material te lo da la Federación Valenciana”. Sobre los entrenamientos “eran cosas básicas, todo con balón lo que yo pretendía era que ellos pasaran ratos agradables y trabajar todos rondos, posesiones, disparos a portería, contraataques, ataque-defensa y sobre todo muchos partidos de fútbol 8 porque es lo que nos íbamos a encontrar luego en el campeonato”.

📸 Carlos Ferrero recibiendo premio FFCV

Bien preparados a través de la metodología de Carlos, comenzaba la competición para la cual los jugadores aprovecharon las “salidas terapeúticas para jugar el torneo”, que se dividía en varios tramos, no era únicamente una semana o unos pocos días, sino que fue todo un proceso el cual “primeramente, jugamos los cuartos de final en Novelda contra Murcia y ganamos, luego, nos fuimos a las semifinales en Sevilla, que allí nos enfrentábamos a Andalucía que tenía dos centros, que eran Huelva y Antequera, y a Extremadura, que tenía uno. Quedamos entre los cuatro primeros, eso sí, con mucho sufrimiento, perdimos con Antequera y ganamos el siguiente partido a Extremadura y luego el siguiente contra Huelva lo ganamos también, entonces con seis puntos quedamos primeros y ahí fue cuando ya pasamos a la final contra Galicia” que era en otra fecha en la Ciudad Deportiva de Las Rozas con la atenta mirada de los jugadores y el seleccionador nacional quien les dio el trofeo de campeones.

Cierra con que la experiencia le dejó “muchísimos aprendizajes. Por una parte está el aprendizaje a nivel humano de conocer un mundo nuevo, conocer personas nuevas, porque han cometido errores como podemos cometer cualquier persona humana y a ellos se les ha condenado. Y otros profesionales, como una aventura tan bonita y tan especial que es la que he obtenido siendo un entrenador campeón de España, que eso es muy complicado en cualquier modalidad conseguirlo y a mí me ha supuesto un sueño”.

Así, se pone el broche a una historia que a través del fútbol, nos permite conocer también medidas que se toman desde las Federaciones y estamentos públicos para tratar la inclusión social de personas que han cometido errores y están pagando por ellos en lugares que son complicados de olvidar, y que implícitamente dejan una losa para toda la vida.

the Kick-ass Multipurpose WordPress Theme

© 2025 Kicker. All Rights Reserved.