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Dolorosa derrota en Mendizorroza

El Villarreal sufrió una dolorosa derrota en Mendizorroza ante un Alavés que, pese a quedarse con nueve jugadores, logró resistir y llevarse la victoria por 1-0. Los amarillos tuvieron múltiples oportunidades, pero la falta de puntería y el férreo esfuerzo defensivo del equipo vitoriano evitaron que se moviera el marcador.

El partido comenzó torcido para el Villarreal desde el viaje, con problemas en el aterrizaje y desplazamiento por carretera. En el campo, las cosas tampoco salieron bien. Un inicio intenso del Alavés derivó en el único gol del partido, obra de Manu Sánchez en el minuto 11, tras un centro de Tenaglia que pilló a Diego Conde a media salida. A pesar de los intentos del equipo de Marcelino, la defensa local y la falta de acierto impidieron el empate.

El partido dio un giro clave en la segunda mitad. En el minuto 58, el portero del Alavés, Sivera, salió fuera del área para evitar una llegada de Ayoze y despejó el balón con el brazo. Tras la revisión del VAR, fue expulsado y tuvo que ser trasladado al hospital por un fuerte golpe en la cabeza. Con un jugador más, el Villarreal intentó reaccionar, pero no logró poner a prueba al debutante Adrián Rodríguez, que apenas tuvo que intervenir.

A partir del minuto 90, con 15 minutos de añadido, el Villarreal intensificó su presión. La expulsión de Antonio Blanco dejó al Alavés con nueve jugadores, pero el equipo amarillo, a pesar de disparar 23 veces, no logró rematar a puerta. La desesperación contrastó con la euforia local al lograr una victoria épica. El Villarreal se marcha sin puntos y con la sensación de haber dejado escapar una gran oportunidad.