El Levante UD volvió a la Primera División tres años después con toda la ilusión, pero su estreno en Mendizorroza terminó en derrota ante el Deportivo Alavés. El conjunto dirigido por Julián Calero dejó buenas sensaciones, logró igualar el partido en la segunda parte gracias a un tanto de Toljan, pero vio cómo en el tiempo añadido un cabezazo de Tenaglia lo dejó sin premio.
El inicio mostró lo que será el Levante en la temporada 25/26: un equipo solidario en defensa, con verticalidad y personalidad, aunque con poca precisión en los metros finales. Los granotas tuvieron la primera ocasión clara tras una combinación entre Dela, Toljan e Iván Romero, cuyo disparo atrapó Sivera. Poco después llegó el golpe local: un córner mal defendido terminó en un centro de Carlos Aleñá que Toni Martínez cabeceó a la red para adelantar al Alavés (1-0).
Ese tanto reflejó la exigencia de la élite del fútbol español, donde los errores se pagan. Pese a ello, el Levante no se hundió y en la segunda parte dio un paso al frente. Morales entró desde el banquillo para revolucionar el ataque y en el minuto 68 apareció la fe de Brugué, que cazó un balón dividido y obligó a Sivera a intervenir. El rechace quedó muerto y Toljan, atento, empujó el esférico al fondo de la portería para firmar el empate (1-1).
El choque entró entonces en una fase de ida y vuelta. El joven meta Pablo Cuñat sostuvo a los granotas con dos paradas providenciales ante Mariano y Rebbach, manteniendo con vida a su equipo. Sin embargo, en el descuento, un centro lateral fue desviado por la zaga levantinista y Tenaglia, libre en el segundo palo, anotó el 2-1 definitivo, que dejaban a los granotas sin su primer punto.