El Levante UD no pudo imponerse en el torneo amistoso Villa de Leganés tras empatar 3-3 en un duelo repleto de goles y emociones frente al CD Leganés, cayendo finalmente en la tanda de penaltis. El equipo dirigido por Julián Calero mostró una versión competitiva pese a alinear un once completamente alternativo, con el objetivo de evaluar a toda la plantilla antes del regreso a la competición oficial.
El conjunto madrileño comenzó mejor el encuentro y se adelantó muy pronto, en el minuto 4, gracias a un tanto de Álex Millán, que aprovechó un rechace en el área. El Levante reaccionó rápido con el gol del donostiarra Olasagasti, que igualó el marcador tras un buen disparo desde la frontal. Sin embargo, el Leganés volvió a tomar ventaja con un potente cabezazo de Figueredo en un saque de esquina, cerrando una primera mitad con dominio local.
En la segunda parte se repitió el guion: de nuevo Millán amplió la renta para los pepineros con una gran acción individual. Pero los granotas no bajaron los brazos y, tras una brillante jugada colectiva, Íker Losada recortó distancias con una definición precisa ante el portero.
El gran protagonista de la noche fue Carlos Espí, que ingresó en el tramo final del partido y marcó un auténtico golazo para firmar el empate definitivo (3-3). El joven delantero valenciano controló el balón dentro del área, orientó su cuerpo y definió con calidad para reivindicarse y pedir más minutos a Calero.
Aunque el Levante UD cayó en la tanda de penaltis, el encuentro dejó sensaciones positivas, especialmente por el carácter competitivo del equipo y la aparición estelar de Espí, que apunta a tener más protagonismo en los próximos compromisos.