El Valencia CF salió derrotado del Riyadh Air Metropolitano tras caer por 2-1 ante el Atlético de Madrid en un partido muy igualado en el que los de Carlos Corberán merecieron, como mínimo, sumar un punto. Un destello de Antoine Griezmann en la segunda mitad acabó decantando la balanza a favor del conjunto rojiblanco, pese al notable esfuerzo competitivo del equipo valencianista.
El Valencia llegaba al choque en una situación delicada de la clasificación, condicionado por varias bajas importantes y por un contexto de máxima exigencia. Corberán apostó por una defensa de cinco para reforzar la solidez atrás y plantear un partido valiente en uno de los campos más complicados de LaLiga. La propuesta funcionó desde el inicio, con un equipo intenso, ordenado y agresivo en la presión alta.
De hecho, el Valencia CF tuvo la primera gran ocasión del partido con un remate de Hugo Duro que se estrelló en el larguero, dejando claro que los ‘che’ no iban a renunciar al ataque. El Atlético fue creciendo con el paso de los minutos y logró adelantarse tras una acción a balón parado culminada por Koke, pese a una primera intervención salvadora de Julen Agirrezabala.
Lejos de venirse abajo, el Valencia mantuvo el control del ritmo del partido y llegó incluso a empatar antes del descanso, aunque el gol de Pepelu fue anulado por fuera de juego tras la revisión del VAR. La insistencia tuvo premio en la segunda mitad, cuando Lucas Beltrán, recién ingresado al terreno de juego, firmó el 1-1 con un gran disparo tras una acción individual de mucho nivel.
Cuando mejor estaba el Valencia CF, apareció la calidad diferencial de Griezmann, que resolvió el partido con una genialidad tras un control exquisito dentro del área. A partir de ahí, el encuentro entró en una fase de ida y vuelta que favoreció al Atlético, aunque los valencianistas siguieron compitiendo hasta el final.





