El Villarreal CF logró un triunfo crucial en LaLiga al imponerse 2-1 al RCD Mallorca en una noche gélida en La Cerámica, un partido marcado por la alternancia de golpes, la tensión constante y el protagonismo absoluto del VAR, que anuló un penalti pero terminó validando el gol decisivo en los minutos finales.
El encuentro arrancó con una intensidad inesperada para el duro clima de Vila-real. En apenas seis minutos, el equipo de Marcelino García Toral golpeó primero: un centro de Pedraza terminó en los pies de Gerard Moreno, que fusiló a bocajarro para firmar el 1-0. Sin embargo, la respuesta mallorquinista llegó solo dos minutos después, cuando Samu conectó un potente disparo imposible para Jörgensen, igualando el marcador en el 8’.
El Villarreal dominó gran parte del choque con ritmo y precisión, aunque el Mallorca supo frenar el juego mediante una estructura defensiva baja y estrategias dilatorias que encresparon a la grada. Pépé y Mojica rozaron el gol en una primera parte llena de alternativas, mientras la afición vibraba pese al frío cortante.
En la segunda mitad, el ritmo se aceleró aún más. El Villarreal encadenó combinaciones de gran nivel, incluyendo una jugada coral entre Gerard, Moleiro y Ayoze que casi acaba en gol. El Mallorca respondió con una espectacular intervención de Bergstron ante Mikautadze en el 71’.
La polémica llegó en el 74’: el árbitro señaló penalti sobre Gueye, pero el VAR lo anuló tras ver que Raíllo tocó balón. Sin embargo, la tecnología volvió a intervenir en el 84’ para validar el 2-1 de Tani, después de que el linier lo anulara por presunto fuera de juego de Buchanan, autor de la asistencia.
