Pedro Martínez, entrenador del Valencia Basket, asumió la derrota ante el Gran Canaria en los cuartos de final de la Copa del Rey sin buscar excusas. Reconoció que el rival fue superior y que su equipo no encontró respuestas ni en ataque ni en defensa. Definió el resultado como una “decepción” y enfatizó que no hubo sorpresas tácticas, sino que el conjunto canario supo imponer su ritmo defensivo y dominó el partido.
El técnico taronja evitó señalar a jugadores en particular, destacando que la derrota fue colectiva. Explicó que el problema estuvo en la falta de respuesta ante las dificultades técnicas y tácticas planteadas por el rival. Además, subrayó el acierto del Gran Canaria en los tiros de dos, con un 70% de efectividad, y la falta de agresividad de su equipo en defensa desde el inicio. Martínez señaló que el equipo jugó “un poco blando”, sin presionar lo suficiente ni hacer faltas cuando correspondía.
Uno de los aspectos que más destacó fue la “responsabilidad individual”, poniendo como ejemplo a Andrew Albicy, base del Gran Canaria, que con intensidad y esfuerzo recuperó balones y presionó sin necesidad de una táctica elaborada. Según el entrenador, esa actitud es clave para competir a un alto nivel.
A pesar de la frustración, Martínez quiso ver el lado positivo de la eliminación. Considera que situaciones como esta sirven para analizar en profundidad los errores y mejorar. Recalcó la importancia de asumir responsabilidades y no caer en el desánimo, asegurando que el equipo debe mirar hacia adelante y trabajar para corregir los fallos. Finalizó con un mensaje optimista, afirmando que la vida y la competición continúan, y que es necesario aprender de este tropiezo para seguir creciendo.
