El Villarreal CF asaltó Montilivi en el último suspiro. Lo hizo con un cabezazo de Karl Etta Eyong en el minuto 89, un tanto que no solo tumbó a un Girona que resistía con orden, sino que impulsa al Submarino Amarillo hacia los puestos de Champions League, donde ya iguala en puntos con el Athletic Club.
El héroe fue Eyong, delantero camerunés de 21 años que hasta ahora solo había disputado dos minutos en Primera. Salió desde el banquillo y aprovechó, con calma de veterano, un centro perfecto de Alfonso Pedraza. Se coló entre los centrales como si el área fuera suya y marcó el 0-1 con un cabezazo de manual. Fue un mazazo para el Girona, que había defendido con orden y sin fisuras… hasta ese momento.
La derrota duele más por cómo se gestó. Con Míchel hospitalizado, fue su cuerpo técnico quien dirigió desde la banda. El equipo controló la posesión, pero sin profundidad ni ocasiones. Ni Portu ni Stuani lograron desequilibrar a un Villarreal muy serio.
El portero Gazzaniga sostuvo a los locales con dos paradas monumentales a Ayoze Pérez, cuyo gol posterior fue anulado por mano. En el tramo final, el Girona se apagó ofensivamente y fue castigado con crueldad.
En el añadido, Yangel Herrera rozó el empate, pero su cabezazo lamió el poste. Con esta derrota, el Girona sigue sin ganar en 11 jornadas y aún no asegura la permanencia. El Villarreal, en cambio, suma su tercera victoria seguida y se aferra con fuerza al sueño europeo.
Eyong ya tiene nombre propio en LaLiga. Y el Villarreal, una bala más en la recámara para llegar a la Champions.
