El entrenador del Valencia Basket, Rubén Burgos, se mostró satisfecho tras la victoria por 89-57 ante el Mersin en la ida de la eliminatoria de acceso a las semifinales de la EuroLeague Women. Sin embargo, advirtió que, pese a la ventaja de 32 puntos, su equipo no puede confiarse en la vuelta.
Burgos destacó que el Mersin es un equipo con experiencia que juega mejor en su cancha y que el partido será muy diferente en Turquía. “Esto es un partido de 80 minutos, y ellas logran un gran ambiente en su pista”, afirmó.
El técnico elogió el trabajo de sus jugadoras y reconoció el apoyo de la afición, especialmente en el segundo cuarto, cuando las defensas alternativas del Mersin dificultaron el ataque taronja. “Hemos hecho un partido muy completo, nos hemos ajustado bien y nuestra defensa y físico marcaron la diferencia”, explicó.
Sobre el que podría ser el último partido europeo del equipo en la Fonteta antes de mudarse al Roig Arena, Burgos aseguró que fue “un día grande” y que el equipo hizo felices a los aficionados.
Por su parte, Kayla Alexander, con 14 puntos y 10 rebotes, valoró el esfuerzo colectivo y advirtió que la vuelta será complicada, por lo que deberán defender y cuidar la pelota.