Julián Calero, técnico del Levante, se mostró cauto pero optimista tras la importante victoria de su equipo, destacando la necesidad de mantener la fe y la mentalidad positiva en este tramo decisivo de la temporada. Aunque reconoce que aún quedan 24 puntos en juego, subrayó que las dinámicas ganadoras generan confianza y que el equipo siente que puede con todo. Celebró especialmente la aportación de Álex Forés, cuyo regreso tras lesión está marcando diferencias, y destacó su impacto tanto en Huesca como en el último partido, donde además se aseguró el golaverage.
Calero analizó el encuentro con atención táctica, reconociendo que el Racing es un equipo muy peligroso en las transiciones, por lo que decidió reforzar el centro del campo con la entrada de Iborra para sostener el juego. Explicó también el cambio de sus dos delanteros como una medida para oxigenar al equipo, dando relevancia al papel de los centrocampistas y a los jóvenes de la cantera como Marcos, Cabello o Espí, quienes están ganando experiencia valiosa y protagonismo en el primer equipo.
A pesar de la lesión leve de Marcos Navarro, que estará de baja entre 7 y 10 días, Calero valoró el esfuerzo y la actitud de todos sus jugadores, destacando la profesionalidad y el compromiso incluso desde el banquillo.
El técnico no ocultó su emoción al ver a 21.000 personas en el Ciutat de València, saliendo felices tras el triunfo, y resaltó el vínculo afición-equipo como un factor clave para lograr grandes objetivos. Elogió a José Morales, a quien conoce desde hace 15 años, y celebró que sus goles lleguen en momentos clave. Finalmente, reforzó la importancia de convertir el Ciutat en un fortín, animando a la afición a seguir apoyando porque «los jugadores sienten esa energía».
