El técnico del Levante UD, Julián Calero, no pudo contener las lágrimas tras lograr un épico ascenso a Primera División con su equipo gracias a un agónico gol de Carlos Álvarez en el minuto 97 frente al Burgos CF. En la que fue su casa durante una etapa crucial de su carrera, el entrenador granota vivió una jornada inolvidable que calificó como «un final de película americana».
Calero reconoció que el partido estuvo lleno de dificultades desde el inicio. “En la primera jugada nos marcan un golazo, luego fallamos un penalti y encajamos otro tanto. Fue durísimo”, explicó. Pese a ello, destacó que sus jugadores “nunca dejaron de creer” y que lo dieron todo en el campo, hasta el punto de acabar con Morales jugando de lateral derecho.
El técnico madrileño quiso quitarse protagonismo y destacar el valor del club: “El fútbol le debía este ascenso al Levante, a mí no me debe nada”. También aseguró que cuando se mantiene la confianza y la personalidad, “es más fácil que el fútbol te devuelva algo”.
Uno de los nombres propios de la noche fue el de Carlos Álvarez. “Es un chico que ha crecido mucho esta temporada. Si alguien merecía ese gol, era él. Me recordó a una situación similar que viví hace años. A los buenos cuesta mucho quitarlos”, afirmó Calero.
Para cerrar, el entrenador dedicó el ascenso “a todos los valencianos afectados por la DANA”, agradeciendo el apoyo constante de la afición. “Ver a esta gente tan feliz… es increíble”, concluyó visiblemente emocionado.