El futuro institucional del Levante UD se juega este martes con la reunión clave del Patronato de la Fundación del Levante UD, convocado para decidir el sentido de su voto respecto al plan de reestructuración de deuda propuesto por José Danvila, consejero delegado del club. La decisión marcará un antes y un después en el modelo de propiedad de la entidad granota.
El plan, que se someterá a votación en la Junta General Extraordinaria del 21 de octubre, busca garantizar la viabilidad económica del club y evitar un nuevo concurso de acreedores. Según el documento presentado por el Levante ante el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Valencia, la deuda financiera ronda los 90 millones de euros.
Danvila propone una capitalización de 14 millones que le permitiría controlar alrededor del 70% del accionariado, mientras que la Fundación, actualmente con el 35%, vería reducida su participación al 15%, perdiendo así la mayoría en la toma de decisiones del club.
Desde la Delegación de Peñas se valora positivamente el esfuerzo por sanear las cuentas, pero se rechaza el cambio estructural que supondría entregar el control total a un solo inversor. Su presidente, Ramón Escolano, asegura que “la reestructuración es positiva para el futuro financiero del Levante, pero no puede ser la excusa para romper el modelo social del club”.
La plataforma ha instado al Patronato a rechazar el plan en su formato actual y a buscar una alternativa que preserve la pluralidad en la gobernanza, el equilibrio accionarial y la identidad levantinista.
La reunión de la Fundación será, por tanto, determinante para el futuro institucional y económico del Levante UD, en un momento de máxima tensión y debate entre sostenibilidad financiera y defensa del modelo social del club.