El Villarreal CF vivió en el Estadio de la Cerámica una de esas noches europeas que quedan para el recuerdo. En su estreno como local en la Champions League 2024/25, el conjunto dirigido por Marcelino García Toral rescató un valioso empate frente a la Juventus de Turín gracias a un gol de Renato Veiga en el último suspiro (2-2).
El partido comenzó con un Villarreal valiente y protagonista. La primera recompensa llegó en el minuto 17, cuando Georges Mikautadze abrió el marcador tras una brillante combinación con Nicolas Pepe y Dani Parejo. Minutos más tarde, Alfonso Pedraza rozó el segundo con un potente disparo que se estrelló en el poste, en medio de una primera parte marcada por la intensidad y las transiciones rápidas del Submarino Amarillo.
La Juventus reaccionó tras el descanso. Primero empató Federico Gatti con un remate acrobático dentro del área, y poco después Conceiçao aprovechó un error en la salida de balón para poner el 1-2. En apenas diez minutos, la Vecchia Signora había volteado el resultado, dejando helada a la afición local.
Sin embargo, el Villarreal no bajó los brazos. Marcelino movió el banquillo con la entrada de Tani Oluwaseyi, Moleiro, Cardona e Ilias Akhomach, buscando frescura ofensiva. El equipo groguet rozó el empate con un cabezazo de Oluwaseyi y resistió los intentos italianos de sentenciar, incluido un disparo al larguero de Jonathan David.
La recompensa al esfuerzo llegó en el minuto 90. En un saque de esquina, Renato Veiga se impuso por alto para conectar un poderoso cabezazo que significó el definitivo 2-2. El tanto desató la euforia en La Cerámica, que volvió a vibrar con la magia de la Champions.