El entrenador del Levante UD, Julián Calero, compareció en la previa del último partido de la temporada ante el Eibar, con el equipo ya ascendido a Primera División pero con un nuevo reto entre ceja y ceja: ser campeones de Segunda. “El Eibar llega en una dinámica fantástica, solo han perdido uno de sus últimos 14 partidos. Pero nosotros también tenemos un reto muy bonito y lo queremos pelear hasta el final”, aseguró.
Calero insistió en la importancia de afrontar el partido con seriedad, pese a tener el objetivo del ascenso ya cumplido. “Retomamos los entrenamientos el miércoles con normalidad. Las cosas hay que cerrarlas bien y el partido se merece el respeto que tiene”, afirmó. El técnico reconoció que, aunque aún no ha asimilado por completo lo conseguido, es consciente del impacto que tiene este ascenso: “Esto multiplica nuestra visibilidad a nivel económico, social y mediático”.
Además del prestigio deportivo, el entrenador destacó el peso económico de quedar primeros: “El reparto por posición puede suponer más de dos millones de euros. En este club eso significa muchísimo, quizás tres jugadores más. La guinda de ser campeones sería preciosa”.
Respecto a la afición, Calero espera un estadio lleno este domingo en el Ciutat de València: “Más que verlo lleno, lo que emociona es lo que significa. La gente ha recuperado la ilusión, y eso es lo más bonito”.
En cuanto al futuro, prefirió no profundizar sobre fichajes, pero dejó claro que el Levante será “un equipo competitivo al 100%” en Primera. Confirmó que Iván Romero no llegará al partido por lesión y que es complicado que Kocho pueda despedirse sobre el césped: “No vamos a poner en riesgo su salud”.
Por último, expresó su ilusión por el reto que viene: “Competir en los mejores estadios, con los mejores jugadores, es una motivación enorme. Pero ahora toca centrarse en ser campeones”.